Varios conceptos para tener en cuenta cuando participamos de la Santa Misa con devoción...
- A la hora de tu muerte, tu mayor consolación será las Misas que durante tu vida oíste.
- Cada Misa que oíste te acompañaran al Tribunal Divino y abogarán para que alcances el perdón.
-Con cada Misa puedes disminuir el castigo temporal que debas por tus pecados, en proporción con el FERVOR que la oigas.
- Con la asistencia devota a la Santa Misa rindes el mayor homenaje a la Humanidad Santísima de Nuestro Señor. La Santa Misa bien oída suple tus mayores negligencias y omisiones.
- Por la Santa Misa bien oída se te perdonan todos los pecados veniales que estás resuelto a evitar, y muchos otros de que ni siquiera te acuerdas. Por ella pierde también el demonio el dominio sobre ti.
- Además, ofreces el mayor consuelo a las almas benditas del Purgatorio.
- Una Misa oída mientras vives te aprovechará mucho más que muchas que ofrezcan por ti después de tu muerte.
- Te libras de muchos peligros y desgracias, en los cuales quizás caerías si no fuera por la Santa Misa.
- Acuérdate también de que con ella acortas tu purgatorio.
- Con cada Misa aumentas tus grados de gloria en el Cielo. En ella recibes la bendición del Sacerdote, que Dios ratifica en el cielo.
- Durante la Misa te arrodillas en medio de una multitud de ángeles que asisten invisiblemente al Santo Sacrificio con suma reverencia.
- Consigues bendiciones en tus negocios y asuntos temporales.
- Cuando oímos Misa en honor de algún Santo Particular, dando gracias a Dios por los favores pedidos a este Santo no podemos menos de ganarnos su protección y especial amor, por el primer gozo y felicidad que de nuestra buena obra se le sigue.
- Todos los días que oímos Misa estaría bien que, además de las otras intenciones, tuviéramos la de honrar al Santo del día.
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