ORACIÓN A LA VIRGEN DEL CARMEN POR LAS BENDITAS ALMAS DEL PURGATORIO.
Dios misericordioso, que nos perdonas y quieres la salvación de todos los hombres, imploramos tu clemencia para que, por la intercesión de María Santísima y de todos los santos, concede a las almas de nuestros padres, hermanos, parientes, amigos y bienhechores, que han salido de este mundo, la gracia de llegar a la reunión de la eterna felicidad.
Santísima Virgen María, Reina del purgatorio; vengo a depositar en tu Corazón Inmaculado una oración en favor de las almas benditas que sufren en el lugar de expiación. Dígnate escucharla, clementísima Señora, si es ésta tu voluntad y la de tu misericordioso Hijo, Amén.
1.- María Reina del Purgatorio, te ruego por aquellas almas por las cuales tengo o pueda tener alguna obligación, sea de caridad o de justicia.
Dios te salve María…
Dales, Señor, el descanso eterno. Y la luz perpetua les alumbre. Descansen en paz. Amén.
2.- María, Reina del Purgatorio, te ruego por las almas abandonadas, olvidadas y a las cuales nadie recuerda; tú, Madre, que te acuerdas de ellas, aplícales los méritos de la Pasión de Jesús, tus méritos y los de los santos, y alcancen así el eterno descanso.
Dios te salve María…
Dales, Señor, el descanso eterno. Y la luz perpetua les alumbre. Descansen en paz. Amén.
3.- María, Reina del Purgatorio, te ruego por aquellas almas que han de salir más pronto de aquel lugar de sufrimiento, para que cuanto antes vayan a cantar en tu compañía las eternas misericordias del Señor.
Dios te salve María…
Dales, Señor, el descanso eterno. Y la luz perpetua les alumbre. Descansen en paz. Amén.
4.- María, Reina del Purgatorio, te ruego de una manera especial por aquellas almas que han de estar más tiempo padeciendo y satisfaciendo a la Divina Justicia. Ten compasión de ellas, ya que no pueden merecer sino sólo padecer; abrevia sus penas y derrama sobre estas almas el bálsamo de tu consuelo.
Dios te salve María…
Dales, Señor, el descanso eterno. Y la luz perpetua les alumbre. Descansen en paz. Amén.
5.- María, Reina del Purgatorio, te ruego de un modo especial por aquellas almas que más padecen. Es verdad que todas sufren con resignación, pero sus penas son atroces y no podemos imaginarlas siquiera. Intercede Madre nuestra por ellas, y Dios escuchará tu oración.
Dios te salve María…
Dales, Señor, el descanso eterno. Y la luz perpetua les alumbre. Descansen en paz. Amén.
Oración:
Virgen Santísima, te pido que, así como me acuerdo de las benditas almas del Purgatorio, se acuerden de mí los demás, si he de ir allá a satisfacer por mis pecados. En ti, Madre mía, pongo toda mi confianza de hijo, y sé que no he de quedar defraudado. Amén.
AMEN
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